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Joe Biden modifica el programas migratorios de Trump: ‘Quédate en México ‘

El Gobierno de Estados Unidos ha decidido aumentar el número de beneficiarios del programa ‘Quédate en México’, a través de la ampliación del procesamiento de solicitudes de asilo. Esta decisión es vista como un ejemplo más del interés que tiene la Administración Biden en desmantelar la política migratoria de Donald Trump.

La nueva ampliación aplicará a las solicitudes de asilo de casos cerrados o desestimados por la anterior administración de Donald Trump. Con esto, miles de migrantes podrían tener una nueva oportunidad de recibir protección humanitaria, confirmó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) a AP.

La nueva medida se pondrá en marcha a partir de este 23 de julio y forma parte de un «esfuerzo continuo para restaurar el procesamiento seguro, ordenado y humano» de solicitantes de asilo en la frontera con México, explicó DHS en un breve mensaje.

Beneficiará a personas con casos «que fueron dados por terminados o fueron desestimados in absentia», es decir, que se cerraron porque los migrantes no se presentaron a las audiencias.

Se desconoce dónde están esas personas, pero la mayoría podría haber vuelto a sus países de origen.

Por el momento, se sabe con certeza cuántas personas podrían beneficiarse de esta nueva medida. Sin embargo, algunas estimaciones hablan de mínimo unas 10.000, de acuerdo con Michele Klein Solomon, directora regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, una de las agencias de la ONU que colabora en este proceso.

Incluso, este cálculo podría quedarse corto. Según el centro de investigación Transactional Records Access Clearinghouse de la Universidad de Siracusa, podría beneficiar a 34.528 migrantes, más de 27.800 que no se presentaron a su audiencia y más de 6.600 cuyos casos fueron rechazados.

Debido a la presión ejercida por la Administración Trump, el Gobierno de México movió a muchos migrantes desde la frontera norte al sur del país para desalentar sus intentos de llegar a Estados Unidos con el argumento de sacarles de las zonas más controladas por los cárteles. También invitó a miles a acogerse al retorno voluntario a sus países. Muchos lo hicieron, pero no hay cifras de cuántos.

Dado que cruzar México es un viaje peligroso para los migrantes, que siempre son acosados por los cárteles, la Administración Biden está considerando trasladar hasta Estados Unidos a los beneficiarios de la nueva medida, igual que ha hecho para reunir a las familias separadas por la política de tolerancia cero de Trump, indicó un funcionario de DHS que pidió el anonimato porque la decisión no es pública todavía.

Más de 70.000 migrantes, en su gran mayoría centroamericanos, pero también cubanos, venezolanos y de otras nacionalidades, fueron devueltos a México en 2019 para que esperaran en este país sus procesos de asilo. Esta política fue denunciada duramente por decenas de colectivos sociales, ya que dejaba a los migrantes a merced de los cárteles y en condiciones de vulnerabilidad iguales o mayores a las que les habían hecho huir de sus países.

Biden suspendió el programa Quédate en México el mismo día en que asumió la presidencia y poco después dijo que unas 26.000 personas con solicitudes de asilo de ese programa que seguían abiertas podrían esperar la resolución de sus casos en Estados Unidos, un proceso que puede llevar años en un sistema judicial que tiene más de 1,3 millones de casos pendientes.

Según los últimos datos de la OIM, más de 17.000 personas se registraron y hasta el martes habían cruzado 12.364 migrantes.

El programa estuvo plagado de problemas, ya que muchos de los migrantes devueltos por Estados Unidos dijeron no haber podido acudir a sus citas ante la corte porque fueron secuestrados en México, estaban enfermos o simplemente porque les aterraba llegar a los cruces fronterizos asignados.

La ONG Human Rights First registró más de 1.500 ataques denunciados públicamente contra personas sujetas a este programa.

Sin embargo, los casos de personas que sí acudieron a las audiencias, pero cuya solicitud fue rechazada podrían no sufrir modificaciones, ya que el Gobierno de EEUU no ha decidido si serían reanalizados. La lógica de la actual medida es, sobre todo, ofrecer una oportunidad a aquellos que no pudieron presentarse ante la corte.

Es probable que la noticia sea aplaudida por grupos proinmigración que han denunciado las políticas de Trump como crueles e inhumanas y alentará las críticas de los más conservadores, que argumentan que las políticas de Biden han alentado los flujos migratorios.

Según la Patrulla Fronteriza estadounidense, más de 180.000 personas fueron interceptadas en la frontera con México en mayo, la mayor cantidad de intentos de cruces ilegales desde marzo de 2000.

La Administración Biden dice que está trabajando para construir un sistema de asilo «humano». Hasta que esto se concrete, Estados Unidos ya es el destino más popular para recibir refugio. El año pasado recibió 250.800 nuevas solicitudes de asilo, más del doble que Alemania, informó ACNUR la semana pasada. España, Francia y Perú completaron los cinco destinos más solicitados.

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