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Crece el escepticismo sobre la eficacia de la vacuna anti-COVID de AstraZeneca

Ha aumentado la incertidumbre acerca de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la agencia AstraZeneca tras varios informes sobre su inconsistente eficacia. El fármaco, que se desarrolla en colaboración con la Universidad de Oxford, se basa en adenovirus de chimpancé que aún no ha demostrado ser eficiente, según los expertos.

La vacuna de AstraZeneca ha sufrido otro golpe tras los informes del programa estadounidense Operation Warp Speed —la iniciativa del presidente de EEUU para la lucha contra el COVID-19— revelaron que el medicamento muestra una mayor eficiencia en la población más joven.

La eficacia impresionante del 90% de la vacuna se logró con un grupo de personas, cuya edad no excedía los 55 años. Al mismo tiempo, les proporcionaron una media dosis de la vacuna antes de aplicarles una dosis completa para reforzar el efecto. Mientras que para los participantes de más de 55 años, la eficacia se redujo casi a un tercio al alcanzar solamente un 62%.

«Hay una cantidad de variables que debemos entender, y cuál ha sido el papel de cada una de ellas para lograr la diferencia de la eficacia», dijo a Bloomberg el principal asesor del Operation Warp Speed, Moncef Slaoui, al comentar los resultados de los ensayos. 

Los investigadores de la Universidad de Oxford han afirmado que no saben la razón detrás de la inconsistente eficacia de la vacuna pero lo investigarán en un futuro cercano.

Apta para los países menos desarrollados

Los resultados de los ensayos han sorprendido a los científicos. Geoffrey Porges, analista de SVB Leerink, dijo que la decisión de AstraZeneca de mostrar el nivel más alto de eficacia de la vacuna en grupos pequeños es una señal de que la compañía quiere promoverla en los países menos desarrollados.

«Claramente, ya están posicionando su producto como adecuado para su uso en países menos desarrollados, donde sus condiciones de almacenamiento relativamente favorables podrían ser ventajosas», dijo Porges al portal MarketWatch.


El analista había expresado sus dudas acerca de que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) acepte de manera positiva «cualquier ensayo en el que la dosis, las cohortes de edad o cualquier otra variable se modifiquen en la mitad del ensayo, de forma inadvertida o deliberada».

Otro detalle sospechoso sobre la vacuna de AstraZeneca es su habilidad de proteger contra el COVID-19. Según los últimos informes de la empresa, la combinación de régimen de dosificación mostró una eficacia promedia del 70%, que es significativamente menor que la de otras vacunas en desarrollo. Al mismo tiempo, la vacuna rusa Sputnik V del centro Gamaleya y la de Pfizer muestran una efectividad del 95% y más.

La asombrosa brecha no ha pasado desapercibida, como dijo a STAT News el epidemiólogo jefe de EEUU Anthony Fauci.

«Si es del 70%, entonces tenemos un dilema. Porque, ¿qué vamos a hacer con un 70% cuando tenemos dos [vacunas] que tienen una efectividad del 95%?», preguntó Anthony Fauci que es también el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.

Adenovirus humano contra el de chimpancé

La siguiente pregunta para la alianza de AstraZeneca y la Universidad de Oxford es el hecho de que su vacuna se basa en vectores adenovirales de chimpancé, método jamás utilizado antes en la producción de vacunas. El tema ya ha sido planteado por científicos del Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, quienes han advertido que no existen estudios a largo plazo que hayan demostrado la eficacia y seguridad del método.

En cambio, los adenovirus humanos utilizados en las vacunas de los demás productores, incluida la Sputnik V, se han utilizado ampliamente durante décadas y han demostrado su seguridad en más de 10 millones de personas vacunadas con vacunas adenovirales humanas.

La última encuesta realizada por YouGov, la empresa líder del Reino Unido en investigación de mercado y análisis de datos, reveló que Rusia es el fabricante de vacunas más confiable del mundo (21%), le sigue EEUU (15%) y China (13%).

Según la encuesta, el 73% de los encuestados están dispuestos a vacunarse contra el coronavirus, mientras que nueve de cada diez personas prefieren una vacuna basada en vectores de adenovirus humanos. En la encuesta participaron ciudadanos de Brasil, Vietnam, Egipto, India, Indonesia, Malasia, México, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Filipinas.

Con información de Sputnik

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