Expertos opinan sobre el tratamiento mediático en torno a la supuesta presencia de grupos del narcotráfico en Venezuela. ¿Es cierto que el Cártel de Sinaloa llegó al país gobernado por Nicolás Maduro?
Días después de que el Gobierno de Estados Unidos anunciara el inicio de las operaciones antidrogas en el Pacífico Oriental y el Caribe —con énfasis en Venezuela—, la fundación estadounidense Insight Crime emitió un informe sobre la presencia del Cártel de Sinaloa en la comunidad de San Felipe, en el municipio Machiques de Perijá, en Venezuela.
«El régimen de Maduro, así como de otros países, se basan en las ganancias de las drogas para obtener ingresos. El pueblo venezolano está sufriendo muchísimo, los narcotraficantes están aumentando sus actividades», señaló Mark Esper, secretario de Defensa de Estados Unidos, en el anuncio de abril.
Sin embargo, esta nueva acusación contra el Gobierno de Nicolás Maduro llama la atención, porque, por ejemplo, en el Informe Mundial sobre las Drogas 2019 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), no aparece Venezuela como protagonista en el flujo de narcóticos.
Respecto a las acusaciones de la Administración Trump contra Venezuela, Pino Arlacchi, director ejecutivo de la UNODC de 1997 a 2002, señaló que en su experiencia en el seguimiento de las investigaciones en relación al tráfico de drogas no ha habido registros de Venezuela como un punto clave en el narcotráfico.
«Es ridículo porque los mismos documentos de Estados Unidos muestran que esto no es verdadero. Si tú lees los últimos reportes de la DEA [Administración para el Control de Drogas], solo unos meses atrás, no se menciona a Venezuela. Entonces, no se sostienen las acusaciones contra el Gobierno de Venezuela», expresó Arlacchi en entrevista con Sputnik sobre las acusaciones del gobierno estadounidense.
La presencia del crimen organizado en Venezuela
Dado que los últimos informes de la UNODC no registran presencia de flujo de drogas al interior de Venezuela, no es descabellado pensar que el reporte de Insight Crime sobre la presencia del Cártel de Sinaloa en un pueblo venezolano —en San Felipe, en el municipio Machiques de Perijá— forme parte de las acciones del Gobierno estadounidense contra la administración de Nicolás Maduro.
Para Carlos Fazio, especialista en temas de terrorismo mediático, los informes que exponen la presencia de grupos del narcotráfico en Venezuela corresponden a una suerte de «fabricación jurídico-mediática», cuyo objetivo es deslegitimar al Gobierno de Nicolás Maduro.
«Dirigido por un par de periodistas profesionales con amplia experiencia de campo en la región andina, Colombia en particular, lo singular de los trabajos de ‘investigación’ de Insight Crime (…) es que están alejados de los principios académicos y periodísticos, que indican que una investigación debe estar basada en información veraz y contrastada que proporcionen fuentes legítimas», explicó Fazio para Sputnik.
Del mismo modo refiere que el reportaje de la fundación estadounidense, Sinaloa: Un visitante que llegó para quedarse en Venezuela, «no contenía fuentes confiables y verificables, y buscaba posicionar mediáticamente la idea de que el Cártel de Sinaloa se mueve a sus anchas en el estado Zulia, muy rico en hidrocarburos, donde manejaría cerca de 400 pistas clandestinas de aterrizaje y salida de narcoaviones con destino a islas del Caribe y Centroamérica».
Por su parte, Edgardo Buscaglia, asesor de unidades contra la delincuencia organizada e investigador de la Universidad de Columbia, señaló en conversación con Sputnik que el Cártel de Sinaloa tiene presencia en más de 50 países alrededor del mundo —incluido Venezuela—, pero que hay un interés particular del Gobierno de Donald Trump en este país latinoamericano.
«Venezuela no es el único. Se focalizan en Venezuela debido a que Insight Crime y el Gobierno norteamericano tienen un sesgo político antivenezolano. Eso no exime de culpa al Gobierno venezolano, pero me refiero a que hay que relativizar. Están presentes [el Cártel de Sinaloa] en 69 países haciendo más o menos lo mismo que hacen en Venezuela», expuso para Sputnik.
Respecto a este punto, la Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas 2019 de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) describe que las Organizaciones Criminales Trasnacionales de origen mexicano tienen representaciones en tres puntos estratégicos: Colombia, Ecuador y Venezuela, desde donde se coordinan los envíos de cocaína.
En contraste, la única referencia que se hace en la UNODC a Venezuela está en su último reporte —que vió la luz en mayo de 2020— sobre los efectos de COVID-19 en la producción y tráfico de drogas, en el que se expone que la producción de cocaína en Colombia se ha visto afectada por la escasez de gasolina —que se introducía ilegalmente desde Venezuela— por el cierre de las fronteras.
Los objetivos de la política antidrogas de Estados Unidos
Para entender el cambio en la política antidrogas de Estados Unidos, con eje en Venezuela, es necesario recordar que este ha realizado diversas acciones para desestabilizar al Gobierno venezolano. El objetivo es, según Fazio, producir un cambio de régimen en el país sudamericano que sea afín a las políticas estadounidenses.
De acuerdo con un artículo que Pino Arlacchi publicó en sus redes sociales el pasado 12 de mayo, las acusaciones de Estados Unidos contra Venezuela corresponden a una antigua estrategia del país norteamericano para desestabilizar gobiernos populares.
Carlos Fazio, a su vez, recordó también el factor de hidrocarburos que atrae a los estadounidenses en Venezuela, que, según la lista elaborada por la misma Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), es el país con las reservas más grandes de hidrocarburos a nivel mundial, las cuales ascienden a 309.000 millones de barriles de petróleo.
«Los objetivos de las políticas de cambio de régimen de la Administración Trump en Venezuela son básicamente tres: beneficiar al gran capital empresarial y financiero estadunidense mediante la privatización de la industria petrolera y otros recursos geoestratégicos que posee el país; abortar el modelo alternativo de nación que se viene llevando a cabo a través del proceso revolucionario bolivariano con base en la unión cívico-militar (…) y, tercero, por razones geopolíticas, recuperar un espacio de lo que históricamente Washington ha llamado con desprecio su patio trasero, donde a últimas fechas potencias emergentes como China y Rusia han estado incursionando económicamente», concluyó Fazio.
Con información de Sputnik