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Así fue el gran viaje de la flor mexicana de Nochebuena alrededor del mundo

La Nochebuena es uno de los productos de mayor importancia en el ramo de las plantas ornamentales en México. Originaria del mismo país, su nombre original, en náhuatl, es cuetlaxochitl, palabra que significa «flor que se marchita», o «flor de cuero».

A partir del siglo XVI, tras la colonización y evangelización de la Nueva España, esta planta comenzó a utilizarse como elemento de decoración cristiana durante el periodo navideño. Varios especialistas consideran que los franciscanos asentados en la ciudad de Taxco, actual municipio del estado de Guerrero, introdujeron la flor de Nochebuena a la celebración de la Navidad católica en su afán evangelizador.

Sin embargo, debido al color rojo de sus hojas, poseía una connotación de poder profundamente arraigada en la cultura mesoamericana. Existen evidencias de que en la época prehispánica esta flor se usaba en varias ceremonias y se otorgaba como trofeo. Incluso, los tlatoanis (reyes-sacerdotes de los mexicas) solían cultivarlas en sus jardines.

A nivel mundial, esta planta comenzó a ser conocida luego de que en 1825 el primer enviado extraordinario y ministro ante México del Gobierno de Estados Unidos, Joel R. Poinsett, quien era admirador de Alejandro Von Humboldt y miembro de la Sociedad Científica Americana, convocó a varios naturalistas a realizar una colecta de organismos vegetales y animales, siguiendo la ruta del barón prusiano en su visita al país latinoamericano.

Luego de conocer la flor de Nochebuena, Poinsett habría enviado algunos ejemplares a la Unión Americana, donde fue conocida con el nombre de Poinsettia, en honor al diplomático y naturalista.

Años después, un jardinero escocés, Robert Buist, envió otros ejemplares de la misma flor a su país de origen y, de ese modo, Europa comenzaría a conocerla.

En los primeros años del siglo XX el migrante alemán Albert Ecke comenzaría con el cultivo masivo de Nochebuenas. A partir de este proceso surgen nuevas variedades, al tiempo que crece su negocio de floricultura en California. Desde entonces, la Poinsettia también quedó asociada con Estados Unidos y las fiestas de fin de año.

La flor de Nochebuena crece de manera natural en bosques tropicales subcaducifolios, aunque también es posible observarla en selva húmeda o en bosques de galería de los estados mexicanos de Guerrero y Morelos.

En México existen alrededor de 20 variedades de la flor de Nochebuena, donde suele producirse principalmente entre los meses de noviembre y diciembre. Es posible encontrarla en color rojo, amarillo, morado, rosa, blanco, rayado y marmoleado.

En la actualidad, los estados con mayor producción de la flor son Morelos, Michoacán, Puebla, Ciudad de México, Jalisco y Estado de México.

Con información de Sputnik

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