El 80% de los pacientes con formas graves de COVID-19 fallecen, según revelan las estadísticas globales. Un fármaco ruso creado para tratar lesiones pulmonares graves ayudó a reducir la mortalidad en esta categoría de pacientes hasta el 14,3%.
Un grupo de científicos rusos afirma que el uso de un medicamento creado hace años para tratar lesiones pulmonares graves ha mostrado resultados revolucionarios en pacientes con formas graves de COVID-19. Se trata del Surfaktant-BL.
Según la media mundial, del total de pacientes con coronavirus, los casos graves representan aproximadamente el 5%, y casi el 80% de ellos muere. La experiencia del Centro Médico de Almazov en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde los pacientes con COVID-19 fueron tratados de mayo a agosto, confirmó que con el uso de Surfaktant-BL la tasa de mortalidad en esta categoría de pacientes se redujo hasta el 14,3%.
Las cifras hablan por sí solas
El surfactante es un líquido que cubre los alvéolos pulmonares desde el interior. El Surfaktant-BL (siglas de pulmón bovino en ruso) es un preparado natural obtenido de los pulmones del ganado. Se ha utilizado durante mucho tiempo contra enfermedades como la influenza H1N1, el asma bronquial, la neumonía congestiva posoperatoria y la tuberculosis, entre otras lesiones pulmonares graves. No obstante, las recientes pruebas han demostrado que los pacientes con coronavirus también sintieron una mejoría inmediata después de ser tratados con este fármaco.
El Surfaktant-BL se administró en los pacientes por inhalación. El jefe del laboratorio de investigación de anestesiología y reanimación del Centro Médico de Almazov, Andréi Bautin, explicó que son dos tomas las que se suministran diariamente y que en hacerlo se tarda en total una hora. Algunos necesitaron dos días de tratamiento, y en algunos casos el fármaco se administró hasta cinco días.
«De los 28 pacientes con un curso severo de infección por COVID-19 que recibieron terapia con surfactante, 24 se recuperaron», afirmó Bautin, citado por el medio Izvestia.
Cuatro pacientes fallecidos, por su parte, sufrieron las manifestaciones más agresivas de la enfermedad: una reacción hiperinmune catastrófica llamada tormenta de citocinas y sepsis que se desarrolló como resultado de la lucha contra ella en combinación con trombosis.
En la clínica de la Universidad de Séchenov, de 32 pacientes críticamente enfermos que recibieron Surfaktant-BL, sobrevivieron 30. Fue allí donde el neumólogo jefe del Ministerio de Salud de Rusia, Serguéi Avdéyev, utilizó por primera vez el método de inhalación para administrar el medicamento en lugar del broncoscópico. Anteriormente, la vía de administración en aerosol del medicamento se consideraba poco eficaz, pero el COVID-19 hizo que se lo volvieran a plantear.
Otro éxito del Surfaktant-BL fue registrado en el Centro Perinatal de la ciudad rusa de Tiumén, donde con el fármaco fueron tratadas 16 mujeres embarazadas y en posparto con formas graves de COVID-19. Ninguna de las pacientes fue trasladada a ventilación mecánica; todas sobrevivieron.
Triple impacto contra el virus
¿Pero cómo funciona exactamente el fármaco? El surfactante mantiene los alvéolos pulmonares, que son una especie de bolsa del aire, en un estado enderezado, para que la sangre pueda saturarse de oxígeno y emitir dióxido de carbono, explican los científicos.
Según ha contado Bautin a Izvestia, cuando el virus entra en el alvéolo la producción de su propio surfactante se detiene. Luego el alvéolo se llena con el plasma —la parte líquida de la sangre— y deja de participar en el intercambio de gases. Además, la sangre insaturada con oxígeno ingresa en el lateral izquierdo del corazón y se transporta por todo el cuerpo. Como resultado, al paciente le falta el oxígeno porque cae su nivel en sangre.
La falta de surfactante sintetizado por el propio organismo se compensa con este fármaco. Esto permite que incluso el alvéolo dañado por el virus permanezca en un estado enderezado, participe en el intercambio de gases y sature la sangre con oxígeno, agregó el experto.
Además, el fármaco bloquea los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ECA), que es la puerta de entrada del virus.
El surfactante también estimula las células de los macrófagos dentro de los alvéolos destinadas a combatir virus y bacterias, aumentando así la defensa inmunológica local, de acuerdo con Bautin.
Un paso por delante
Actualmente existen unos 10 fármacos de surfactantes en el mundo. Todos ellos, incluido el ruso, fueron creados originalmente para ayudar a los bebés prematuros que aún no pueden respirar por sí mismos debido a la inmadurez de los pulmones. Mientras tanto, en los adultos solo se permite el uso del medicamento ruso.
En total, durante la lucha contra el COVID-19 con Surfaktant-BL en Rusia fueron tratados 120 pacientes, afirmó en una conversación con Izvestia el desarrollador del fármaco, Oleg Rosenberg, jefe del laboratorio de biotecnología médica del Centro Científico Ruso de Radiología y Tecnologías Quirúrgicas de Granov, donde el medicamento fue creado hace 20 años.
«Los pacientes que son tratados con surfactante tienen menos probabilidades de ser transferidos a cuidados intensivos para ventilación mecánica, y la tasa de mortalidad entre ellos es de 3 a 5 veces menor», dijo Rosenberg, y explicó que los datos de los casos tratados con el medicamento todavía están recopilándose.
Una vez finalizado el estudio, está previsto incluir el uso del Surfaktant-BL en las recomendaciones del Ministerio de Salud ruso para el tratamiento de pacientes con infección por coronavirus.
Con información de Sputnik