La reciente encuesta de Consulta Mitofsky sobre las próximas elecciones municipales en Tonalá ha resaltado una tendencia clara: Sergio Chávez de Morena está consolidando su posición como el líder indiscutido en la carrera por la presidencia municipal. Con un 34.4% en la intención de voto y un aún más impresionante 44.7% en las expectativas de triunfo, Chávez no solo se perfila como el favorito sino como el candidato que muchos ya ven como el futuro presidente municipal.
Esta ventaja numérica es significativa. El hecho de que casi la mitad de los encuestados crean que Chávez ganará la elección no es solo un indicador de su actual popularidad, sino que también juega a su favor amplificando el efecto bandwagon, donde la percepción de éxito puede atraer a más votantes hacia su campaña. Este fenómeno psicológico puede ser especialmente potente en contextos locales, donde los electores tienden a ‘apostar por el ganador’ en un esfuerzo por estar alineados con el futuro líder de su comunidad.
Oswaldo Bañales de la coalición PRI, PAN y PRD aunque sólido en el segundo lugar con el 18.1% de la intención de voto y 11.5% en las expectativas de triunfo, enfrenta el desafío de cerrar una brecha significativa.
En contraste, a Paco Arana de Movimiento Ciudadano, con el 16.9% de la intención de voto y 16.7% en las expectativas de triunfo, Sergio Chavez le aventaja en más del doble en cualquiera de las dos mediciones, mostrando que realmente el hijo de Jorge Arana nunca logró ser opción atractiva para el ciudadano tonalteca.
Más allá de los números, la posición de liderazgo de Chávez sugiere que su mensaje y propuestas están resonando con una amplia sección del electorado. Sin embargo, este no es el momento de la complacencia. Para asegurar una victoria decisiva, la campaña de Chávez debe seguir motivando a sus simpatizantes para que se conviertan en votantes activos el día de la elección, mientras trabaja para captar a aquellos que aún están indecisos.
En resumen, mientras Sergio Chávez se mantiene en una posición envidiable según la encuesta Mitofsky, el desafío ahora es maximizar esta ventaja. Esto incluye solidificar su base, atraer a los indecisos, y manejar de manera efectiva la expectativa pública. Hacerlo no solo incrementará sus posibilidades de ganar, sino que también fortalecerá su capacidad de gobernar efectivamente si se confirma su victoria en las urnas. En política, como en la vida, estar adelante en la carrera es solo parte de la batalla; saber correr mientras se está adelante es lo que define a los verdaderos líderes.