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CUENTAN EN LA FIL ATROCIDADES COMETIDAS EN EL PAÍS

El jueves, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), representantes de diferentes causas civiles narraron los horrores de los que han sido víctimas, pero, sobre todo, cómo han buscado dignificar su situación y combatir la indiferencia de los gobiernos.

Se trató de la mesa “Abrazos, balazos, etc. El país de las víctimas”, organizado por el Centro de Estudios Estratégicos de la UdeG y cuyo Director, maestro Omar Avilés González, se encargó de moderar la participación de representantes de movimientos de defensa a la dignidad en el país.

“Ellos han sido noticia día a día y han enarbolado luchas ejemplares en el contexto tan peligroso en el que vivimos en México”, indicó.

México es el infierno para miles de personas que resisten injusticias infames de grupos criminales y que cuentan con el respaldo de las diferentes administraciones de los tres órdenes de gobierno.

Buscan hasta por debajo de las piedras

En el contexto de que en el territorio nacional hay más de 108 mil personas desaparecidas, diversos colectivos se han organizado para emprender la labor que le toca a la autoridad: buscarles.

Uno de éstos es el de Madres Buscadoras de Sonora, que desde 2015 van de entidad en entidad para dar con pistas y hallazgos de sus seres queridos. Su fundadora es Cecilia Flores Armenta, quien asegura que lo que le mueve es encontrar a sus dos hijos desaparecidos.

“Tenemos una vida destrozada, que se fue con nuestros desaparecidos. Estoy aquí para dar un testimonio de todas las madres que estamos aquí y las que no están. No tenemos otra opción, porque tenemos un gobierno apático que en lugar de ayudar, inhibe las búsquedas”.

Recalcó que el de Jalisco es el gobierno más inclemente que han conocido a lo largo del país con respecto a las personas desaparecidas. “El gobernador peleó con nosotras; quiso quitarnos el apoyo de la Comisión de búsqueda y de la Fiscalía”, subrayó Flores.

Una de las mayores satisfacciones, dijo, fue haber tenido certeza del paradero de mil 500 personas a partir de encontrar sus restos humanos; así como el de mil 300 personas en estado de indigencia; esto último le brinda esperanza de encontrar con vida a sus dos hijos.

Durante la presentación de Cecilia Flores, familiares de personas desaparecidas desplegaron pancartas con información de sus seres queridos, aunadas a la exigencia al gobierno de encontrarlos con vida.

Una familia que resiste en Chihuahua

A lo largo de las últimas dos décadas la familia LeBaron, que habita en Galeana, Chihuahua, ha sido una de las más golpeadas por grupos criminales. En esta mesa, el activista por la paz Julián LeBaron, rememoró los secuestros y masacres que han vivido varios miembros de su familia.

Hace tres años nueve integrantes de sus familias perdieron la vida, en una masacre que conmovió al país

“Y la comunidad decidió que nadie puede pagar por la vida, que la primera responsabilidad es ser fuertes. Nos han enseñado la obligación de defender lo nuestro y que los gobiernos existen como elevación de ese derecho”, dijo.

Julián contó cómo en 2009 fue secuestrado su hermano Eric LeBaron, de 16 años, y cómo las presiones de la familia hacia el gobierno llevaron a su liberación. También dijo que en 2011 mataron a Benjamín, y al cuñado de él, Luis Widmaren.

La herida más reciente y que aún está impune es la masacre de nueve mujeres y menores de edad ocurrida en noviembre de 2019.

Alzar la voz en medio del Triángulo Dorado

El sacerdote Javier Ávila, miembro fundador de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos AC, narró su experiencia sobre las agresiones constantes contra la ciudadanía por parte del crimen organizado, en la localidad de Creel, Chihuahua.

Uno de los momentos más duros fue alzar la voz y atender la masacre de la que fue testigo en 2008, donde en pleno pueblo un comando armado disparó contra un grupo de personas, donde fallecieron 13, entre ellas un bebé recién nacido.

“Fue muy duro, me rompí frente a toda la gente, me tranquilicé y volví con las familias. Recuerdo a un maestro con su bebé en los brazos; parece que cuando llegan a masacrarlos él dio la espalda para protegerlo; el maestro cayó de boca y me encuentro al bebé con dos lágrimas, los ojos abiertos y un balazo en el centro de la frente. Atendí cuerpo por cuerpo”, narró.

Javier Ávila es un líder moral que ha señalado toda la violencia y confrontado a las autoridades del país. Recalcó que “vale la pena seguir exigiendo” y que “si yo me callo, las piedras gritarían”.

El panorama de la violencia

El activista y Director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Santiago Aguirre Espinosa, compartió que es necesario escuchar las voces de quienes viven estas situaciones, pues sus historias le ponen rostro y permite que el resto de la ciudadanía gane indignación y se conduela.

“La violencia en México no está descendiendo. En 2008 estábamos en un índice de ocho homicidios por cada 100 mil habitantes; hoy son 24 o 25 homicidios por cada 100 mil habitantes; se triplicó en 15 años. Estamos normalizando esa realidad”, declaró.

Dijo que se necesita una política con estrategia, no militarizada, para detener los casos; pero sobre todo, se necesita combatir la impunidad. Y que la negación de la violencia, por parte del gobierno federal, lo único que provoca es restar el sentido de urgencia para combatirla.

Por: Redacción/TEN/República

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