El proceso independiente que una decena de organizaciones de trabajadores del sector salud mexicano venía transitando para conformarse en un Frente Nacional de Trabajadores de la Salud se vio enturbiado por la irrupción pública de una Unión Nacional de Trabajadores por la Salud de México.
Imitaron su nombre y han convocado de manera «irresponsable» —según señalaron las fuentes a Sputnik— a una manifestación el 1 de julio cuando el país aún estará en el período crítico de contagios de COVID-19.
Esta situación se reveló públicamente este lunes 25 de mayo. Un grupo de enfermeras del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) había convocado a una manifestación por fuera de las estructuras sindicales clásicas —que, en este caso, corresponde a la sección 16 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud— cuando llegó otro grupo que «copó» la manifestación original y anunció su intención de realizar una marcha el 1 de julio, que no estaba entre los puntos reclamados por las enfermeras del INER.
«Uno de los que llegó a copar la manifestación se acercó a nosotros y le dijimos que ese llamado a la movilización del 1 de julio está muy mal y lo saben, porque todavía vamos a estar dentro de un período de contagios muy importante. Es muy irresponsable hacerlo pero creemos que buscan darse a conocer en una manifestación previa a la nuestra, que convocamos para el 1 de septiembre, y así generar confusión entre la gente», dijo a Sputnik el enfermero salubrista Jorge Martínez Valero, integrante de la Asamblea Nacional de Enfermeras y Enfermeros de México y referente del Comité Promotor del Frente Nacional de Trabajadores de Salud.
Una representación rebasada
Uno de los puntos centrales de la reciente reforma laboral en México tiene que ver con la democratización de los sindicatos que, según ha reconocido el propio Gobierno federal mexicano, tienen muy poco que ver con las necesidades de los trabajadores de base y mucho con formas «feudales» vinculadas a partidos políticos y grupos económicos o patronales.
En el caso de los trabajadores estatales de salud, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) está liderado por Marco Antonio García Ayala, quien sin abandonar su cargo de representación de más de 300.000 trabajadores del sector público de atención en salud, asumió como diputado en la LXIII Legislatura, entre 2015 y 2018. García Ayala no fue electo, sino que fue designado por el mecanismo de representación proporcional por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que le brindó una curul legislativa correspondiente a Baja California.
García Ayala es, a su vez, sobrino de otro personaje clave para comprender la situación en México: Joel Ayala Almeida, senador nacional por el mismo Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde el año 2012 y, a la vez, secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado. Aunque Ayala Almeida renunció al PRI en octubre de 2019, eso no diluyó los 40 años de militancia que brindó a ese partido a la par de su «liderazgo sindical».
«Las enfermeras del INER habían iniciado un proceso de organización propio que había rebasado a la Sección 16 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud que había logrado llamar la atención de muchos colegas de la República», señaló Martínez en diálogo con Sputnik.
En el pronunciamiento emitido el 21 de mayo por el Comité Promotor del Frente Nacional de Trabajadores de la Salud, se hace mención a la manifestación convocada por las enfermeras del INER, con quienes habían empezado a tejer vínculos para fortalecer la organización autónoma de los trabajadores, por fuera de los líderes «charros» vinculados a los partidos opositores del Gobierno.
Según pudo confirmar Sputnik, en el pronunciamiento puede leerse el reclamo principal de las enfermeras del INER.
«Llamamos a todos los trabajadores de la salud del área metropolitana para asistir el 25 de mayo del presente a partir de las 12 del día ante la convocatoria de nuestros compañeros del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias que al unísono consignan: ‘Todos nos estamos infectando por culpa del ahorro de unos pesos ¿cuántos enfermos? ¿cuántos muertos más? No quiero bata de tela, no quiero uniforme de tela, quiero N95 no reutilizable'», reza.
En diálogo con Sputnik, la fuente señaló que «las compañeras y compañeros enfermeros reclamaban que aunque originalmente les habían dado equipo de protección más adecuado, luego se fue agotando y fue sustituido por equipo de menor calidad. Además, refirieron que cuando los trabajadores de base reclamaron, fueron sustituidos en el frente de operaciones por personal nuevo que fue contratado temporalmente sin ser capacitado para hacer frente a la gravedad de lo que se vive pero ellas reclamaban, ¿cómo los van a meter al frente a que se contaminen y contaminen todo el hospital?».
Así, aunque hay un reclamo importante por la calidad de los insumos que persiste entre el personal de base de la Secretaría de Salud, hay otro más profundo que subyace, que refiere a la forma en que se ha organizado el trabajo para atender la pandemia con trabajadores precarios y poco preparados.
El Frente Nacional se moviliza en septiembre
Conscientes de la extensión temporal que la pandemia tendrá en la República mexicana, la decena de organizaciones que están promoviendo la conformación de un Frente Nacional de Trabajadores de Salud en México, han marcado la fecha de su movilización en todo el país para el 1 de septiembre.
Hay al menos ocho organizaciones autónomas que se han plegado a este proceso de los trabajadores de la salud y que conforman el Comité Promotor del Frente Nacional de Trabajadores de la Salud: la mencionada ANEM que integra Martínez; la Asociación nacional en defensa de los trabajadores de la salud; Médicos generales de sustituciones IMSS #yosoymédico08; Soy químico, no técnico Michoacán; Movimiento médico nacional; movimiento médico 22 de junio; Salud y derechos laborales a.c y la Iniciativa de trabajadores de la salud Justicia, igualdad y dignidad laboral para todo el personal de salud.
En cambio, el comunicado enviado a la prensa el domingo 24 de mayo por la Unión Nacional de Trabajadores por la Salud de México que anunció «un paro-activo de labores a partir de la mañana del lunes 25 de mayo en el INER» —que coincidía en fecha y hora con el convocado por las enfermeras autónomas desde días antes— solo se referencia la participación de «IMSS, ISSSTE e ISSA», de manera general. Quien asumió la voz pública ante la prensa tras la irrupción de la unión en la manifestación de las enfermeras del INER fue Óscar Ramos, secretario general de la mencionada sección 16 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud.
«Desde el Comité Promotor del Frente Nacional pensamos que hay una mano negra por detrás de la aparición de esta unión, de la que precisamos deslindarnos sin confrontar porque eso divide y confunde a la gente. No conocemos sus organizaciones y creemos que no se puede firmar de manera tan irresponsable, porque mientras nosotros hacemos público cuales organizaciones nos respaldan, ellos sólo firman como unión nacional; ahora, la pregunta que persiste es ¿existe la unión nacional?», concluyó Martínez Valero.
Según datos oficiales, al 20 de mayo se habían confirmado 11.394 contagios entre el personal de atención en salud mexicano, que representan el 21% del total del país hasta esa fecha. De ese total, 41% son enfermeras y 36% médicos. Entre los fallecidos, se cuentan 149 trabajadores de la salud, de los que la mayoría —el 82%— eran médicos. De ellos, entre el 40% y 45% padecían comorbilidades como obesidad, diabetes e hipertensión y que continuaron ejerciendo su labor.
Con información de Sputnik