Aunque la reactivación de la producción y venta de cerveza está muy cerca, los regiomontanos literalmente sufrieron por su ausencia, al grado que se reportaron fenómenos poco comunes en el comportamiento de los consumidores.
Desde el pasado 1 de abril, fecha en la que el gobernador del estado, Jaime Rodríguez Calderón, anunció que se suspendería la producción y venta de cerveza, los habitantes de Nuevo León se volcaron a las tiendas de autoservicio, de conveniencia y vinateras para comprar producto hasta para reserva.
En menos de 24 horas, se reportó que había desbasto en las principales cadenas como Walmart, Costco, Heb, Soriana, Oxxo y 7 Eleven.
Esta fiebre solamente duro un día, ya que para el 2 y 3 de abril se repusieron los inventarios y la tranquilidad se recobró parcialmente.
El 5 de abril, la ciudad volvió a enloquecer cuando las principales productoras de ese etílico elixir, como son Heineken y Grupo Modelo, confirmaron lo inevitable.
Por disposición oficial del gobierno federal tendrían que apagar sus hornos por ser una actividad no esencial; los días subsecuentes fueron de filas de tres a seis horas en los comercios de donde la gente salía con carritos llenos de cartones en lugar de mandado.
La prioridad para los regiomontanos era sobrevivir a una «sequía» que no se sabía hasta cuándo podría prolongarse.
El abastecimiento de cerveza tuvo un flujo constante hasta el 21 de abril, cuando oficialmente las cadenas de negocios confirmaron que las bodegas de las empresas cerveceras estaban vacías.
A partir de este momento, sin importar la marca, todos empezaron a «hacer su agosto» inflando el precio del producto.
Desde el 22 de abril y hasta el 3 de mayo se registraron testimonios de consumidores que festejaban, si así se le puede decir, haber comprado un six de cerveza hasta en 400 pesos, siendo que el precio ordinario va de los 75 a los 90 pesos.
Quienes tuvieron la posibilidad cambiaron sus preferencias y sus costumbres y empezaron a pedir cerveza por Internet a plataformas como Amazon o Mercado Libre, sin embargo, la cerveza por esos medios también se agotó.
Quien no tenía esta posibilidad o este conocimiento, literalmente casaba oportunidades de venta de cerveza, como la reportada el pasado 20 de mayo, cuando cientos de regios se amontonaron en el Oxxo de la Colonia Joyas de Anáhuac del municipio metropolitano de Escobedo.
La tienda de conveniencia anunció en sus redes sociales que tendrían 300 tapas de Tecate para los primeros 300 clientes que llegaran.
De acuerdo al reporte de los mismos administradores del negocio, el primer cliente llegó alrededor de las 7 de la mañana e hizo fila hasta pasadas las 9 que inició la venta de la cerveza.
En menos de 45 minutos, ya se habían agotado las cervezas en existencia, dejando a más de 200 clientes en el exterior molestos por la falta de producto.
Este fenómeno se repitió el 22 de mayo en la tienda de conveniencia de la misma cadena ubicada en la colonia Constituyentes de Nuevo León del municipio de Monterrey.
Estos fenómenos no se habían visto, ni durante la declaratoria de Ley Seca que precede a cada proceso electoral que ha vivido Nuevo León.
Lo atípico de estas compras de pánico provocaron que en reiteradas ocasiones el secretario de Salud estatal, Manuel de la O Cavazos, e incluso el gobernador, Jaime Rodríguez Calderón, llamaran a la población a mantener la cordura y pensar en su seguridad.
La crisis por la falta de abasto de cerveza, según las autoridades, concluye el próximo lunes.
Con información de Notimex