Entre la visita del presidente argentino, Alberto Fernández, a México y la charla con su par norteamericano, Joe Biden, ¿qué papel juega Andrés Manuel López Obrador en la política de América Latina? Sputnik consultó al politólogo Massimo Modonesi sobre este asunto.
La efusividad fue el sello distintivo del encuentro público entre el mandatario argentino, Alberto Fernández, y el anfitrión del Palacio Nacional de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, así como la tradicional conferencia matutina cuyo espacio AMLO compartió con su homónimo del sur de América.
Aunque el presidente mexicano se esforzaba por mantener cierta distancia del argentino como precaución ante el COVID-19, la visita se caracterizó por los abrazos y cierta química personal entre los líderes. Luego, ambos coincidieron en el reclamo por el acaparamiento de vacunas y el carácter «opositor» que señalan de los principales medios de comunicación de sus países.
Sin embargo, aunque López Obrador ha actuado en momentos de crisis respaldando a los Gobiernos progresistas del continente —como lo hizo al ofrecer una salida para Evo Morales tras el golpe de Estado en Bolivia— su discurso dista de representar una reivindicación latinoamericanista o antimperialista, como reconocían figuras políticas de Hugo Chávez o Néstor Kirchner.
«Hay similitudes y cercanías entre López Obrador y Fernández en el tono político ideológico de carácter moderado, pragmático y de nacionalismo con cierta lógica de política social. Además, son presidentes de dos países importantes, es casi natural ese acercamiento», comentó a Sputnik Massimo Modonesi, historiador y sociólogo, doctor en Estudios Latinoamericanos, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según Modonesi, López Obrador no ha mostrado un cariz antimperialista en toda su carrera política. Es por eso que el encuentro entre los presidentes debe leerse más como «un deseo de Alberto Fernández» y una muestra del estilo vincular de López Obrador, que un vuelco en la política exterior mexicana.
Puro nacionalismo
Modonesi conoció personalmente a López Obrador durante la fundación de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), cuando a comienzos del milenio era jefe del Gobierno capitalino. Recordó cómo el actual presidente reivindicaba la figura de Salvador Allende —mandatario chileno que sufrió un Golpe de Estado en 1973— y su calidad heroica en la resistencia.
«No había forma de sacarle otra posición de otra naturaleza y aunque no quiero personalizar ahora demasiado, hay que utilizarlo como clave de lectura política», comentó Modonesi a Sputnik.
Aunque López Obrador mantenga su legitimidad dentro del país y también fuera, beneficiándose del «progresismo de primera etapa» frente al desgaste de sus pares latinoamericanos, México tiene una posición particular en este rompecabezas geopolítico por su tamaño y su cercanía a Estados Unidos.
«Sin embargo, López Obrador no está formado ni interesado en lo que sucede en el exterior de México. No es una elección política sino estrictamente algo de su formación, de su constitución como hombre político», apuntó el experto.
Una de las claves de esta formación está dada, según el análisis de Modonesi, por una particular conjunción de nacionalismo no antimperialista.
«López Obrador no tiene una vocación antimperialista porque no tiene una formación en la izquierda más clásica; y porque el antimperialismo implica cierto internacionalismo que en AMLO no está, él es puro nacionalismo», apuntó.
Relaciones personales
Aunque el jefe ejecutivo de México ha defendido en la política exterior la llamada Doctrina Estrada —que sostiene la no intervención en otros países—, la cual le ha permitido sortear la presión internacional ejercida contra Venezuela, por ejemplo, Modonesi señaló otro elemento clave para comprender su estilo.
«Los personajes que vienen de una tradición populista tienen relaciones personales, así como lo tenía José Mujica en Uruguay, que ni siquiera es pura diplomacia, sino algo humano. López Obrador logra construir relaciones humanas sorprendentes», señaló la fuente.
En esa perspectiva, la efusividad y el tono empático que pudieron verse en la reunión con el presidente argentino son señales de cercanía política, «basadas en confianza personal, ya que AMLO basa mucho sus relaciones sobre eso», agregó.
En el otro extremo, el primer encuentro virtual sostenido entre el mandatario mexicano y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también se mantuvo en términos cordiales, al menos aparentemente. Sin embargo, todavía no se sabe a ciencia cierta cómo podría continuar el vínculo entre ambos.
«Por su formación, Marcelo Ebrard —el secretario de Relaciones Exteriores de México— podría propiciar un acercamiento a Estados Unidos, aprovechando que hay un demócrata en el Gobierno. La duda es qué tanto margen de maniobra tenga, ya que López Obrador es centralizador en su política, pero en lo exterior no tiene formación, vocación o interés», concluyó.
Por Eliana Gilet
Con información de Sputnik