A una semana de que la tradición popular de veneración a los fieles difuntos, (Día de Muertos), invada sentimentalmente la consciencia de los familiares que abarrotarán los cementerios de la capital jalisciense, las autoridades municipales iniciaron (con anterioridad) los trabajos de revisión y con ello, la colocación de cintas plásticas de color amarillo y la leyenda impresa de PRECAUCIÓN, lo que le da un singular ambiente al campo santo.
Este cementerio ubicado en el oriente de Guadalajara es uno de los más grandes, cada año es visitado por miles de deudos quienes influenciados por la tradición, aprovechan los días previos, el primero y dos de noviembre, para visitar los sepulcros de sus difuntos.
El corredor principal, Calzada de los Muertos es un distribuidor que corre de poniente a oriente y divide las secciones antiguas y recientes; la aparición de nuevas tumbas sobre los arroyos de las callezuelas no exceptúa la colocación de los plásticos amarillos (a pesar de que son recientes).
Al fondo se encuentra la segunda sección, esta parte del panteón Guadalajara, es mucho más reciente que el resto del lugar, sin embargo, es de llamar la atención que en esta parte, la presencia de cinta amarilla se puede observar en casi el 80 por ciento de las tumbas.
En tanto en la parte sur de la primera sección, la cinta invade apróximadamente un 50 por ciento; contrariamente a la parte norte de la primera sección, en donde las cintas precautorias representan apenas un 30 por ciento aproximadamente.
Durante un recorrido realizado, este medio pudo constatar el grado de deterioro que presentan infinidad de sepulcros, y a pesar que son fácilmente identificables, decenas de personas ofrecen sus servicios para llevar agua, limpiar (des enzacatar) las inmediaciones de las tumbas; y aunque visten camisas con letreros de personal del cementerio o sindicalizados, su función no es la de dar el mantenimiento que por los pagos correspondientes dan origen a una contraprestación del municipio.
Estos individuos, bajo el total desinterés de la autoridad, actúan, negocian, condicionan a las personas para la realización de cualquier servicio o trabajo requerido.
A pesar de que aparentemente existe vigilancia policíaca, los elementos se limitan a pasear entre las cada vez más angostas calles del cementerio, y su presencia, lejos de imponer, inhibir o prever estos abusos, únicamente se hacen presentes para que minutos antes de las 18:00 horas (6 de la tarde) informen a las personas que es tiempo de que se retiren.
En el marco de esta tradición mexicana, ya se hacen públicos los lineamientos que aplicarán durante estos días, el panteón se volverá peatonal, quienes visiten el lugar deberán considerar que tendrán que caminar, caminar y caminar, entre las tumbas deterioradas, fosas ocultas entre montones de basura, cintas amarillas que también se convierten en peligrosas al estar aseguradas de diversos puntos, en donde las personas ni imaginan que pueden tropezar, caer y lesionarse.
Por Vigaro