Los médicos que tratan a Donald Trump por COVID-19 enviaron señales contradictorias el domingo sobre la gravedad de su condición, antes de que el presidente de Estados Unidos sorprendiera a sus partidarios reunidos fuera del hospital al salir a saludarlos en una caravana.
El mandatario fue captado saludando desde el asiento trasero de un SUV negro el domingo por la noche, con una mascarilla, mientras la multitud vitoreaba y agitaba banderas estadounidenses y pancartas con las leyendas “Trump 2020” frente al Centro Médico Militar Walter Reed en Bethesda, Maryland.
Trump, que informó en la madrugada del viernes que tenía COVID, fue muy criticado por la decisión de salir del hospital, en la que fue su primera aparición pública en más de 48 horas.
“Es una jornada muy interesante. Aprendí mucho sobre COVID”, dijo el republicano en un video publicado en Twitter poco antes de su aparición.
El candidato presidencial Joe Biden volvió a dar negativo de la enfermedad, dijo el domingo su campaña. El demócrata, que compartió un escenario con Trump el martes en un debate, ya había dado negativo en dos pruebas realizadas el viernes.
Los médicos que atienden a Trump dijeron que su salud está mejorando, aunque estaban controlando sus pulmones tras recibir oxígeno suplementario, y agregaron que podría volver a la Casa Blanca tan pronto como el lunes.
Pero el Dr. Sean P. Conley reconoció que la condición del presidente había sido peor de lo admitido anteriormente, y explicó que los niveles de oxígeno en sangre de Trump habían bajado en los días previos y que había tenido fiebre alta el viernes por la mañana.
Cuando se le preguntó qué habían revelado las pruebas sobre la condición de los pulmones de Trump, Conley respondió: “Hay algunos hallazgos esperados, pero nada de gran preocupación clínica”.
La respuesta de Conley sugirió que las radiografías revelaron algunos signos de neumonía, dijo el Dr. Amesh Adalja, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Johns Hopkins.
Otros médicos que no participaron en el tratamiento de Trump dijeron que había evidencia de que su caso era grave. El mandatario, de 74 años, está recibiendo dexametasona, un esteroide que se usa en casos graves de COVID, el medicamento antiviral intravenoso Remdesivir y un tratamiento de anticuerpos experimental de Regeneron Pharmaceuticals.
“Sería muy poco probable que él esté en campaña en menos de 14 días”, dijo el Dr. David Battinelli, director médico de Northwell Health de Nueva York.
Los funcionarios del gobierno han realizado evaluaciones contradictorias sobre la salud de Trump. Conley y otros médicos dieron un pronóstico positivo el sábado, que fue socavado rápidamente por el jefe de gabinete, Mark Meadows.
“Estaba tratando de reflejar la actitud optimista del equipo y del presidente sobre el curso que ha tenido su enfermedad”, dijo Conley a periodistas el domingo.
El contagio de Trump ha dado un vuelco a la campaña electoral antes de las elecciones de noviembre y ha puesto de relieve la gestión de la pandemia por parte del republicano, que va a la zaga de Biden en las encuestas.
Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el domingo mostró que Biden habría ampliado su ventaja a 10 puntos porcentuales sobre Trump a nivel nacional, un poco más de lo que ha sido en los últimos dos meses. En tanto, alrededor del 65% de los estadounidenses dijeron que el mandatario probablemente no se habría infectado si se hubiera tomado el virus más seriamente.
Trump ha minimizado repetidamente la amenaza de la pandemia, que ha infectado a unos 7,4 millones de estadounidenses y causado la muerte de más de 208.000 personas en el país, además de golpear con dureza a la economía.
Funcionarios de salud en Nueva Jersey dijeron que estaban tratando de localizar a más de 200 personas que asistieron a un evento de recaudación de fondos de Trump en su campo de golf el jueves. El presidente viajó al evento después de que su asesora Hope Hicks contrajera el virus, y solo unas horas antes de que él anunciara que había dado positivo.
La portavoz de la Casa Blanca Kayleigh McEnany dijo en Fox News que Trump dio positivo después de ese evento y no antes. Varios miembros de su círculo íntimo también se contagiaron de la enfermedad, así como tres senadores republicanos.
Con Trump fuera de la campaña indefinidamente, su equipo anunció la “Operación MAGA”, basada en su eslogan “Make America Great Again”, que contará con aliados de alto perfil incluyendo al vicepresidente Mike Pence y a los hijos mayores de Trump, Donald Jr. y Eric, tomando el control de la campaña en persona esta semana.
Pence, que dio negativo al virus, debatirá con la candidata demócrata a la vicepresidencia Kamala Harris el miércoles.
Biden, que evitó en gran medida las críticas directas a Trump durante un viaje de campaña a Michigan el viernes, adoptó un tono más agresivo el sábado al hablar con un sindicato de trabajadores del transporte, aunque le deseó lo mejor.
“Estoy en un pequeño aprieto, porque no quiero estar atacando al presidente y a la primera dama ahora”, dijo Biden, y añadió que esperaba que Trump y su esposa Melania, que también está enferma, se recuperaran completamente.
Biden, sin embargo, se refirió rápidamente a la respuesta de Trump a la pandemia, calificándola de “intolerable” y criticando el comentario del presidente en una entrevista este verano boreal de que “es lo que es” cuando se le preguntó sobre el número de muertos.
Con información de Reuters
Información de Alexandra Alper en Washington y Jeff Mason en Wilmington, Delaware; información adicional de Doina Chiacu, Katanga Johnson, Steve Holland, Richard Cowan, Idrees Ali, Diane Bartz y Trevor Hunicutt; editado en español por Andrea Ariet y Javier Leiraa