En un emotivo homenaje en el auditorio Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Raúl Padilla López fue recordado no solo como un destacado funcionario universitario y promotor cultural, sino también como un amigo entrañable y un político de convicción. El evento, dirigido por Marisol Schulz Manaut y Nicolás Alvarado, atrajo a una multitud que llenó el recinto, reflejando el profundo impacto de Padilla López en múltiples esferas.
El homenaje se dividió en tres bloques, reflejando las facetas de Padilla López como universitario, gestor cultural y amigo. El primer bloque se enfocó en su legado en la Universidad de Guadalajara, donde su hermano Trinidad Padilla López, Ruth Padilla y Ricardo Villanueva destacaron su papel en la creación de la red universitaria y su tenacidad para implementar una reforma universitaria significativa.
Un video con la intervención de Federico Reyes Heroles abrió el segundo bloque, resaltando la habilidad de Padilla López para transformar ideas en realidades tangibles. Sara Poot Herrera, Sergio Ramírez y Lourdes González enfatizaron su maestría en gestión cultural, su capacidad para trabajar en proyectos inclusivos y su rol como un creador de mundos.
El tercer bloque, dedicado a su faceta personal, contó con conmovedores testimonios de Silvia Lemus, Héctor Aguilar Camín y Juan José Frangie, quienes compartieron anécdotas que ilustraron su calidez humana y su profunda influencia en sus vidas.
El homenaje culminó con un video de Enrique Krauze, quien resaltó la contribución única de Padilla López a la tradición artística de Jalisco, y el anuncio de Marisol Schulz sobre la publicación de «El hombre que amaba los libros», un libro dedicado a su memoria. El evento finalizó con una prolongada ovación de pie, evidenciando el legado perdurable de Raúl Padilla López, un hombre que dejó una huella indeleble en la cultura y la educación de México.
