El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio positivo para COVID-19. El mandatario brasileño se sometió a un test tras presentar fiebre y dolores en el cuerpo, síntomas típicos de la enfermedad. El 6 de julio, reveló que una radiografía pulmonar había mostrado que su pulmón estaba «limpio».
«Acabo de dar positivo», aseguró el presidente, que también dijo que ya empezó a medicarse con hidroxicloroquina.
El lunes 6 de julio el presidente acudió por sorpresa al Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia para realizarse una revisión en los pulmones.
Bolsonaro explicó que en los últimos días sintió malestar, cansancio y que llegó a tener 38 grados de fiebre, por lo que decidió hacerse una revisión en el hospital.
«Dados los síntomas decidieron aplicarme ya la hidroxicloroquina, ya tomé el primer comprimido», dijo Bolsonaro.
El presidente brasileño tomó un comprimido por la noche y otro a las cinco de la madrugada, y aseguró que ya está sintiendo los efectos: «Confieso que estoy perfectamente bien», dijo.
Bolsonaro reconoció que el contagio puede haberse dado por su «actuación dinámica» en las últimas semanas, su insistencia en incumplir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, participando en aglomeraciones con sus simpatizantes, por ejemplo.
«Yo estoy en la línea de frente de combate, en medio del pueblo, me gusta estar en medio del pueblo; por estar así pensaba que podría haberme contagiado y no haberlo notado; si no me hubiera hecho el examen podría estar trabajando y contaminando a gente, por eso quise hacerme el examen el lunes, para evitar contagio a terceros», aseguró.
Bolsonaro dijo que la primera dama, Michele Bolsonaro, también se realizó el examen y que en los próximos días trabajará por videoconferencia desde el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial.
Con 65 años, Bolsonaro es parte del grupo de edad considerado de riesgo por los expertos
Esta no es la primera vez que Bolsonaro se somete a un test de COVID-19: hasta la fecha, ha dado negativo en otras tres pruebas. El mandatario se negó a hacer públicos los informes de las pruebas médicas. Sin embargo, el fallo del Tribunal Regional Federal de la Tercera Región lo obligó a hacerlo.
Al mismo tiempo, a pesar de los resultados negativos de las pruebas, el presidente brasileño admitió el 25 de junio la posibilidad de haber contraído la enfermedad previamente. En aquella ocasión, Bolsonaro afirmó que podría hacerse una prueba para determinar si tiene los anticuerpos de coronavirus, lo cual sería un indicativo de que contrajo la enfermedad.
Bolsonaro ha sido objeto de críticas por mantener una actitud de ignorancia en relación al coronavirus, que tildó como una «gripecita» y un «pequeño resfriado». Según sostuvo el mandatario en múltiples ocasones, la respuesta ante el COVID-19 ha sido exagerada.
De hecho, Bolsonaro prescindió de las medidas de protección básicas en los eventos públicos a los que asistía, e ignoró las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de usar las mascarillas como uno de los métodos para protegerse del coronavirus. El presidente brasileño empezó a llevar mascarillas solo después de que el 23 de junio un juez emitiera una orden que lo obligó a hacerlo con la amenaza de imponerle una multa de más de 370 dólares. Durante el proceso judicial el letrado tildó de «irresponsable» la conducta del presidente.
Actualmente, Brasil es el segundo país con el mayor número de casos y muertes registradas a causa del coronavirus. Según los últimos datos, hay más de 1,6 millones de contagios en el país y más de 65.000 muertes.
Con información de Sputnik