«Se reafirmó el camino hacia la democracia, es fundamental que se puedan dirimir la diferencias por la vía electoral por la vía pacífica, ayer [el 6 de junio] se dio un paso importantísimo, es una elección histórica, han habido pocas elecciones como las de ayer, que fueron libres, limpias, como no sucedía en otros tiempos», dijo el jefe del Ejecutivo federal.
Reconoció que, a pesar de que se registraron «desaseos, intervenciones e injerencias de autoridades locales», a diferencia de otros tiempos «no intervino el Estado, no fueron elecciones de Estado como las que se llevaban a cabo durante décadas y siglos en México».
El gobernante agradeció que como resultado de la elección «los partidos que simpatizan con el proyecto de transformación que está en marcha van a tener mayoría en la Cámara de Diputados».
Según el Instituto Nacional Electoral (INE) la coalición gobernante perdería algunas decenas de escaños pero obtendría una mayoría simple (la mitad más uno) de entre 265 y 292 bancas de los 500 curules de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, perdería algunas decenas de curules y se quedó lejos de la mayoría calificada de dos terceras partes, es decir 360 diputados que necesita para continuar las reformas constitucionales que impulsa, y la coalición opositora ‘Va por México’ aumentó su bancada en cantidad similar, con entre 181 y 213 asientos.
El resultado «significa tener garantizado el presupuesto (…), suficiente para los más necesitados, los más pobres», que reciben pensiones, becas para niños y niñas con discapacidad y 11 millones de estudiantes de familias pobres, dijo el presidente.
A diferencia de la reformas constitucionales, el presupuesto se aprueba por mayoría simple de la Cámara baja.
El mandatario también elogió la participación de la ciudadanía que según el INE fue de entre 51,7% y 52,5%, según conteo rápido oficial, superior a la asistencia menor a la mitad que registran en dos décadas las elecciones legislativas y locales intermedias de medio sexenio presidencial.