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Frangie presume, la realidad contradice

Diez años. Una década completa de Movimiento Ciudadano en Zapopan. Juan José Frangie se paró frente al micrófono en el Parque de las Niñas y los Niños para rendir cuentas y, de paso, levantar el estandarte de continuidad. El discurso fue menos un informe y más un parte de guerra: cifras, obras, kilómetros de calles, deuda reducida. Todo para demostrar que MC ha convertido a Zapopan en su laboratorio de poder.
Pero detrás de la fiesta de cifras se esconde el verdadero rostro de la política local: un municipio que, sí, presume inversión histórica, pero que sigue cargando con contrastes de desigualdad que ni 14 mil millones de pesos en infraestructura logran ocultar. Las unidades deportivas relucen en la periferia, mientras colonias enteras siguen esperando drenaje o transporte digno.
Frangie, como antes Lemus, repite la fórmula del “Zapopan modelo”: deuda reducida, inversión récord, programas sociales. El guion está aprendido. Lo que no dice es cómo esos programas son también la maquinaria electoral que engrasará el camino para el 2027. Porque cada beca, cada centro comunitario y cada luminaria es también un recordatorio al ciudadano de quién gobierna.
La reducción de la deuda —de 4 mil 800 a 1 mil 600 millones de pesos— es presentada como un logro histórico. Lo es, en los números. Pero, ¿a qué costo? Mientras el municipio presume austeridad, la seguridad continúa siendo el talón de Aquiles. El propio informe lo admite: se requieren guardianes viales y nuevos esquemas de transporte para enfrentar la crisis de movilidad que cada mañana colapsa la metrópoli.
Zapopan, “motor económico de Jalisco”, concentra 40 parques industriales y 70% de las empresas exportadoras. La narrativa oficial es clara: modernidad, inversión, progreso. Sin embargo, basta salir de Andares y recorrer colonias como Mesa de los Ocotes, Santa Ana Tepetitlán o La Higuera para constatar que el progreso es selectivo. El desarrollo se mide en banquetas de granito para unos y banquetas de tierra para otros.
El informe, como todo ritual político, cerró con una mirada hacia el futuro. Frangie invocó a Pablo Lemus, su antecesor y hoy gobernador, para subrayar la continuidad del proyecto naranja. Zapopan, dijo, “es el mejor lugar para vivir”. La frase suena hueca frente a la realidad de miles que aún esperan el camión bajo la lluvia, en paradas improvisadas sin techo ni luz.
En la liturgia de Movimiento Ciudadano, Zapopan es vitrina. Pero toda vitrina brilla porque oculta el polvo detrás. La pregunta no es si MC sabe gobernar —diez años demuestran que sí— sino para quién gobierna: ¿para el ciudadano común o para la foto del informe?
En X @DEPACHECOS