En reunión de Comité de los Sindicatos en Jalisco, según consta la propia pagina oficial de la Sección 47 del SNTE, se determinó en conjunto con la Sección 16 llevar a cabo una encuesta rápida para tener elementos importantes para presentar en la mesa de salud encargada de la estrategia contra la pandemia por Covid-19. Y es que, el Gobernador del Estado en un comunicado donde no estuvieron presentes los dirigentes de las Secciones Sindicales de Jalisco, habló a nombre de ellos e incluso dijo, hasta propuestas habían hecho.
Pues al parecer no fue exactamente eso lo que pasó en la mesa ampliada de salud, donde por cierto, mientras existe un representante de los trabajadores de la educación por cada sección sindical, los representantes de los colegios particulares multiplican en mucho esta cantidad de representantes dentro de la propia mesa de salud. Parece ser que la mayor presión por el regreso a clases en la entidad es por ese grupo minoritario en escuelas, pero mayoritario en la mesa, que están en verdadero riesgo de quiebra. Son los empresarios de la educación a quienes les urge y quienes han metido presión por el regreso a clases presenciales, dicen, fundamentados en la necesidad de tener a los alumnos de regreso para que no crezca el rezago académico en la entidad.
Los datos presentados por el Gobernador y la Secretaría de Educación como justificante no dan claridad ni garantía de estar fuera del riesgo de contagios masivos por el regreso de millones de estudiantes en la entidad, por ejemplo, respecto al porcentaje muy bajo del 1.5% de los casos contagiados en la entidad que corresponden a menores de 15 años, sin embargo no dieron la cifra de pruebas aplicadas a menores en el universo de infectados en el estado durante esta pandemia, eso daría mayor seguridad, porque si bien está comprobado en el mundo que el Covid-19 no ha mostrado afectaciones graves a la inmensa mayoría de niños, hay que considerar que si son considerados una fuente de contagio con probabilidades muy altas. En otras latitudes, se han tomado decisiones como suspender el ciclo escolar, incuso, en el caso de Nueva York donde ya se había tomado la decisión de regresar a los alumnos a las aulas y el alcalde anunció el cambio de la decisión y se prefirió no correr los riesgo.
Aunque tampoco se estableció una fecha, ni se determinó con claridad posibles fechas, ya presentaron los protocolos para un eventual regreso a clases presencial. En los que, se tomó la determinación de trabajar hasta con 30 alumnos en un aula, sin considerar las medidas de las mimas y las condiciones de infraestructura general de la escuela, así como la suficiencia de personal para la atención de los menores. Un protocolo muy arrebatado, que por más tecnicismos que le pusieron para la justificación, no termina de convencer ni a los maestros, ni a los propios padres, pues las medidas sanitarias en este momento en el estado, aunque se han mantenido según las estadísticas oficiales bajo control, por parte de la ciudadanía cada vez son más relajadas, es decir, que no se toman las medidas sanitarias sugeridas y lo podemos observar todos los días en nuestras comunidades.
Al parecer, el SNTE no está muy de acuerdo con la decisión de preparar un posible regreso, que entre rumores, se piensa para el mes de octubre. Pero la última palabra la tienen la mesa de salud, todos los nombres que ahí están y que serían responsables directos de posibles incrementos de contagios en la entidad, que a demás siendo en el sector educativo los riesgos se multiplican por la cantidad de contactos y exposiciones entre alumnos, maestros y sus familia, así como los contactos de cada uno de estos fuera del ámbito escolar todos los días.
El SNTE seguramente habrá de manifestar en próximos días, lo que el magisterio piensa al respecto de ello, quienes habrán de valorar entre el proceso de enseñanza aprendizaje y la salud pública.
