«Soy partidario de que se presente la iniciativa y aunque no se tenga la mayoría, en este caso dos terceras partes [de votos], porque es una reforma constitucional, que pase un tiempo y un periodo, y voy a volverla a presentar», anunció el jefe del Ejecutivo mandatario a periodistas.
Tras cinco horas de discusión, después de que el oficialismo no logró reunir, en la tarde del 21 de septiembre, las dos terceras partes de votos requeridos para reformar el artículo de la carta magna aprobado en una reforma de 2019, que fija 2024 —último año de mandato de Andrés Manuel López Obrador— como plazo para el regreso de los militares a los cuarteles.
«Mientras yo esté de presidente, como tengo la facultad de hacerlo, de presentar iniciativas, voy a seguir insistiendo, porque no quiero que la Guardia Nacional [GN] termine como la Policía Federal», dijo López Obrador.
El mandatario se refiere a la corporación de unos 40.000 policías federales que fue abolida en 2019 y reemplazada por 115.000 guardias nacionales, procedentes en su mayoría de las Fuerzas Armadas, que elevará sus fuerzas a 220.000 efectivos.
El texto que ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados fue regresado por el pleno del Senado a las comisiones legislativas para su reelaboración, tras no alcanzar la mayoría requerida.
«La Policía Federal se pudrió, y nos está costando mucho la creación de la Guardia Nacional porque se está haciendo un trabajo profesional y queremos seguir contando con el apoyo de las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional», prosiguió el presidente.
El gobernante dijo que la participación de militares considera el respeto a las libertades civiles. Esa participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública se hace «cuidando los derechos humanos, sin violar esas garantías», agregó. López Obrador sostiene que «lo que más conviene al país es la permanencia del Ejército y de la Marina en apoyo a esas labores» de combate al crimen organizado.
El gobernante afirmó que la mayoría de la ciudadanía está de acuerdo con su plan, y propuso convocar a una consulta popular para su ratificación.
«Sé que la mayoría de los mexicanos está de acuerdo con nuestra propuesta», y las encuestas le otorgan el mayor grado de confianza a las Fuerzas Armadas, agregó.
Mencionó una encuesta oficial según la cual el 71% de los entrevistados manifestó su apoyo al Ejército y la Marina, mientras 65% confía en la Guardia Nacional. Un nuevo texto formulado en comisiones senatoriales será presentado en la siguiente sesión del Senado, el martes 27 de septiembre, cuando se podría presentar un nuevo proyecto de reforma constitucional.
El 9 de septiembre, la Alta Comisionada (interina) de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos consideró el proyecto de López Obrador como «un retroceso».
«El traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional es un retroceso para la seguridad pública basada en los derechos humanos», dijo en un comunicado Nada Al-Nashif.
En un comunicado emitido desde su sede en Ginebra (Suiza, oeste), la funcionaria de Naciones Unidas señaló que «el carácter civil de la GN está consagrado en la Constitución», pero con las reformas impulsadas por el Gobierno «estará dirigida exclusivamente por militares».
Con información de Sputnik