OPINIÓN

Hugo Luna: La Soberbia tiene Escoltas

Un hombre en la Cámara, con el rostro inflamado por el fervor que da la tribuna, sentenció sin temblarle la voz: “La soberbia es muy cabrona y les va a costar muy caro.”

El orador, el diputado Hugo Manuel Luna Vázquez de Movimiento Ciudadano, se refería a los legisladores oficialistas que, según él, están «matando la posibilidad» de rotación de cultivos y olvidando a quienes les votaron. Un defensor de la tierra. Un cruzado contra la arrogancia. Una escena breve y dramática, el anzuelo perfecto para cualquier ingenuo.

Pero, como bien sabe el lector que se empeña en saber leer y no solo pasar los ojos por la plana, el primer deber del periodista es tomar la evidencia y deducir lo obvio. Si yo veo un animal político que se para en el estrado y grita contra la soberbia, debo revisar primero su expediente verde.

Y es ahí donde la escena cambia de género. De la tragedia agrícola pasamos al thriller político, al cuento de terror sobre cómo se ejerce el poder en las cámaras y los gabinetes estatales.

El diputado Luna, el hombre que hoy se preocupa por el agua de riego, no es un recién llegado a la res publica sino un Jefe de Gabinete que ha dejado una estela de controversias y expedientes mucho más «cabrones» que la soberbia que ahora denuncia.

La Radiografía Oculta del Defensor del Agua
Lo que en Guadalajara conocieron no fue a un paladín, sino a un hombre cuyo poder tenía la capacidad de controlar a la justicia. Ahí está el registro del audio-escándalo donde, supuestamente, amenazaba a comerciantes, ufanándose de que el alcalde controlaba a los magistrados del Tribunal Administrativo del Estado (TAE) y podía hacerlos «temblar». Abuso de autoridad, amenazas, extorsión. El expediente duerme, pero el hedor permanece.

Y su paso por el gobierno de Jalisco, lejos de ser una purga, fue un ascenso. ¿Y qué tenemos ahí?

  1. El conflicto de interés conyugal: Denuncias sobre una adjudicación directa de 2.32 millones de pesos a un proveedor cuyo jefe directo en otro ayuntamiento era, convenientemente, la esposa del propio Luna Vázquez. Es el peculado por vía familiar. No hay huachicol de agua más lucrativo que el tráfico de influencias entre parientes, y todo con cargo al erario.
  2. La Ley de los Intocables: El Congreso avaló la extraoficialmente llamada «Ley Hugo Luna», que le extendió la protección de escoltas oficiales más allá de su gestión. Un hombre que necesita que lo cuide el presupuesto por las noches, porque sabe que sus decisiones conllevan «riesgos». Los riesgos no son del pueblo, son del funcionario que ha cruzado la línea.
  3. El Lucimiento Falso: La ironía más corrosiva viene de su cruzada personal en 2021, al montar operativos contra supuestos «huachicoleros del agua». Productores con concesiones en regla denunciaron que aquello fue puro «lucimiento de Hugo Luna», un montaje con destrozos y acusaciones falsas para ganar titulares. El ladrón gritando ¡Ladrón! para desviar la mirada de su propio historial.

Este es el hombre que, con soberbia de cúpula, acusa a otros de olvidar al pueblo y matar la ley del agua.

Aquí no estamos ante un debate sobre la diversificación de cultivos; estamos ante un político que usa el lenguaje del pueblo para encubrir su ejercicio de la casta. Los opositores a modo del Gobierno Federal de hoy no son ideólogos puros, son traficantes de moral que critican el exceso de poder solo cuando no lo tienen en sus manos.

No sería la primera vez que un defensor de la patria resulta ser un mercader de su puesto. Con estos patriotas de bolsillo, lo único seguro no es la cosecha, sino el retroceso moral.

Lo cierto es que, al decir: “La soberbia es muy cabrona y les va a costar muy caro.”, Hugo Luna escupió al cielo.

En X @DEPACHECOS

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