OPINIÓN

La batalla en Morena Jalisco

La guerra interna en Morena Jalisco se ha desatado. El partido que busca mantener la cuarta transformación en el país ha lanzado su convocatoria para los aspirantes a la gubernatura, y con ella, ha abierto la caja de Pandora de las ambiciones, los intereses y las rivalidades entre sus militantes.

Según la convocatoria, cada Consejo Estatal del partido en los nueve estados donde habrá elección para renovar el gobierno local, tendrá la oportunidad de presentar, después de votar, a cuatro aspirantes: dos hombres y dos mujeres. Y además, la dirigencia nacional de Morena se reserva el derecho de presentar a otro hombre u otra mujer, que pueden ser externos al partido.
Esto significa que habrá al menos cinco contendientes por cada estado, y que la última palabra la tendrá el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), presidido – hasta el momento – por Mario Delgado. El método para elegir al candidato o candidata definitivo será una encuesta realizada por una empresa externa.

En Jalisco, el Consejo Estatal está integrado por 200 consejeros, que representan a los distintos sectores y regiones del estado. Entre ellos, hay varios «liderazgos» que han manifestado su intención de participar en el proceso interno, o que cuentan con el respaldo de otros actores políticos.

Hasta ahora, entre los personajes destacados en Morena Jalisco figuran Carlos Lomelí, Alejandro Peña, Favio Castellanos, Sergio Chávez, «Chema» Martínez, Hamlet García y Alberto Uribe, entre otros.

Carlos Lomelí es un empresario farmacéutico que fue candidato a la gubernatura en 2018 y delegado federal del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en Jalisco hasta 2019, cuando renunció por una investigación sobre presunto conflicto de interés. Es considerado uno de los fundadores de Morena en el estado y ha estado trabajando los municipios del interior de Jalisco.
Alejandro Peña Villa tiene el apoyo de algunos grupos al interior del CEN Morenista.

Favio Castellanos es abogado y diputado federal de Morena, fue nombrado Delegado del Comité Ejecutivo Nacional en el estado de Jalisco, y desde entonces a conservado su influencia en Jalisco.

Sergio Chávez es presidente municipal de Tonalá con buenos resultados y tiene el respaldo de algunos alcaldes del partido.

«Chema» Martínez ex senador por el Partido Acción Nacional (PAN) y actual coordinador parlamentario de Morena en el Congreso del Estado. Es uno de los aspirantes más activos y ha recibido muestras de apoyo de varios ediles morenistas por medio de un desplegado.

Martínez, por su parte, agradece pero no reivindica los apoyos recibidos por alcaldes del partido. Un matiz que revela tanto su deseo de mostrarse imparcial como la presión de los focos que le siguen.

Hamlet García diputado federal por Morena que ha destacado por iniciativas y posicionamientos en temas delicados, cuenta con el aval de algunos dirigentes nacionales del partido.

Alberto Uribe es un politólogo que fue presidente municipal de Tlajomulco por MC y regidor de Zapopan por Morena. Es uno de los más críticos del proceso interno y ha denunciado posibles imposiciones desde el CEN. Es cercano al canciller Marcelo Ebrard.

Todos ellos tendrán que competir por el voto de los consejeros estatales, pero también tendrán que enfrentar la posible llegada de un «paracaidista» desde la dirigencia nacional.

Según algunos rumores, promovidos por Alberto Uribe en sus redes sociales, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ya habría decidido impulsar a Carlos Lomelí como candidato a gobernador en Jalisco.

Sin embargo, el mismo Alberto Uribe ayer jueves hizo público su apoyo a Favio Castellanos en su carrera por la gubernatura de Jalisco:

‘En la vida hay que tomar decisiones. A pesar de aparecer en encuestas, como la de Mural, en un posicionamiento metropolitano importante. Mi apoyo y de muchos consejeros de Morena es para el Dip. Fed. Favio Castellanos. Experiencia, proyecto y juventud para Jalisco”, escribió en sus redes sociales Uribe.

La carrera por la gubernatura en Jalisco es más que una simple contienda; es una prueba para la unidad y el futuro de Morena en la entidad.

La lucha interna puede revitalizar al partido o fragmentarlo, afectando no solo las elecciones locales sino también la cuarta transformación a nivel nacional. La pregunta es: ¿Prevalecerá la coherencia ideológica o las aspiraciones personales?

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